
Violencia en comunidades de base local El deterioro del orden público en vecindarios en que predominan los delitos violentos relacionados con las drogas hace que la población sea renuente a identificar a los involucrados en esos delitos, a pesar de que eso podría detener la ola de violencia, como consecuencia de una cultura del miedo y, en muchos casos, de la falta de confianza en la policía. A este problema se añade el hecho de que las comunidades pueden pasar a ser dependientes de los mercados de drogas ilícitas locales que apoyan economías enteras y, por lo tanto, no pueden o no quieren modificar esa situación, ya que al hacerlo pondrían en peligro sus ingresos personales. A veces, los delincuentes reclutan a jóvenes para vender drogas o unirse a pandillas violentas. El delincuente típico “es un joven costarricense entre 15 y 25 años, que no trabaja, no estudia, ha desertado del sistema educativo formal, no tiene ningún trabajo y vive en un espacio determinado, en una zona de...